miércoles, 27 de agosto de 2014

Transmedia.

Distintas plataformas, múltiples miradas y una misma historia, eso es transmedia. 
Con el auge de las nuevas tecnologías, múltiples espacios para difundir contenidos han surgido y se han popularizado YouTube, Twitter, Facebook, TV digital, cine 3D). Poco a poco hemos notado cómo los contenidos producidos para una plataforma específica migran hacia otras y ahora es posible ver la serie de televisión on-line, o incluso conseguir nuevas versiones de los clásicos cómics luego de ser llevados al cine. 
Podría decirse que en la interrelación entre distintos medios está la base del transmedia; sin embargo, este va mucho más allá y los medios no son su eje central, sino que la historia es la que cobra toda la relevancia, en particular por la forma en que el público puede interactuar con ella, bien sea en la unión, interpretación o incluso creación de los contenidos.
Daniel Calabuig y Pablo Muñoz, creativos del mundo de la publicidad, señalan que “el término transmedia trata de poner nombre a todas las experiencias narrativas que se despliegan a través de varios medios o plataformas, de modo que en cada uno se cuenta una parte de un gran mundo narrativo y donde el espectador participa de manera significativa. Lo nuevo aquí es la idea de que los narradores pueden crear nuevas experiencias más profundas para sus audiencias, algo que interesa especialmente a Hollywood, pero que Madison Avenue no pierde de vista”. 
A primera vista se podría pensar que hasta aquí no hay realmente mayor novedad ya que el uso de múltiples medios ha sido una estrategia publicitaria bien desarrollada durante el último siglo. Los anuncios circulan de los periódicos y revistas hacia los comerciales de televisión y ahora con más fuerza que nunca aparecen en la web.  Lo interesante del transmedia es que sobrepasa las barreras del medio y se concentra en lo narrado. 
Lo importante es la historia y cómo esta es creada, desarrollada y enlazada desde distintas perspectivas/medios. Aquí aparece el concepto de “storytelling”, equivalente a ‘contar el cuento’, aunque los narradores contemporáneos no solo se dedican a fabricar historias impactantes, sino que también tienen la responsabilidad de generar una arquitectura que soporte distintas miradas y plataformas, sin dejar perder el centro del relato.



Al igual que sus formas de presentación, el transmedia puede tener distintos fines según sus creadores. Por una parte puede ser el resultado de una campaña publicitaria en la cual se decida contar una historia y no solo enviar un mensaje de compra. “El transmedia es una gran máquina de engagement, ya que permite contar la historia de una marca de una forma implicante, emocionante y participativa. Ello hace que las narrativas transmedia sean un excelente aglutinador de audiencias, gente interesada (incluso apasionada) por aquello que se les comunica. Ahí donde la publicidad es vista como una interrupción de lo que interesa, la comunicación transmedia consigue generar contenido de marca de altísimo interés”, señalan Calabuig y Muñoz. 

De igual forma, el transmedia puede entenderse como una nueva forma de producción de arte, a través del cual los creadores no solo utilizan sus capacidades inventivas y de desarrollo sino que integran amplias redes de colaboración para lograr representar sus ideas. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario